Hasta el momento la fuente más conocida y para algunos el referente en la reproducción músical : el compact disc, nacido a principios de los ochenta su base es una señal audio estereo numerica formada por 16 bits, es decir 16 0 ó 1 que formán un flujo digítal en una frecuencía de 44,1 kHz, lo que nos da 44100 por 16bits por segundo. Más por que 44100.? La respuesta teorica esta basada en doblar la frecuencía a reproducir, este famoso 20000Hz , más teorico que practico, por ello se supone que para reproducir una respuesta de 20kHz necesitariamos un flujo de 40kHz. Esto unido al registro de señales numericas PCM -Pulse Code Modulation- muy en la linea técnica de la epoca y que marcarón las normas del CD audio. Los 16 bits son por su parte, como en la informatica fruto de la utilización de octetos como unidad de base; un octeto : 8 bits permitén 256 niveles de voltage de señal analogica original. El CD emplea 2 octetos que son 16bits y que representán 256x256 igual a 65536 valores diferentes. En las grabaciones modernas se empleán 3 octetos o lo que es lo mismo 24bits incrementando la señal a 96kHz. Llegando a poder encontrar en internet descargas de 24bits y 192kHz, llamadas popularmente de calidad Master, pudiendo ser registradas por nuestros ordenadores sin el más minimo problema, pero , que a la hora de convertir-reproducir este mismo en señal analogica; ya es otro cantar. Nunca mejor dicho.
Entramos en la constatación que una mayor frequencía no necesariamente nos dara una mejor escucha, dentro del mundo hi-fi, todos conocemos reproductores de CD que con su DAC trabajando a 44,1 kHz presentán una escucha más relajada contrariamente a otros a 24bits / 192 kHz, que todo y con mayor resolución presentán un sonido mediocre y nada músical. Por lo tanto intervienén en la calidad músical de cada DAC, la relación señal ruido, sus salidas analogicas, valores de distorción armonica total, jitter, dinamica, etc., al igual que con el resto de componentes. Entrando en la importancía de las etapas de entrada y salida de los relojes digitales, de la tecnología utilizada en la conversión, etc,. y como no de la calidad de la alimentación factor común a otros aparatos del resto de nuestro sistema audio. Más al final y como siempre, lo nuestro es la escucha, que es la que nos tiene que dar su verdadero valor. Tino
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