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domingo, 21 de enero de 2024

A VUELTAS CON EL VINILO - PREAMPLIFICADOR DE PHONO

 

Preamplificador de fono: la señal de una cápsula de fono debe amplificarse y ecualizarse para que sea compatible con sistemas estéreo normales o altavoces autoamplificados. Este proceso es manejado por un preamplificador phono. Algunos tocadiscos tienen uno incorporado; algunos no. Tener un preamplificador de fono incorporado facilita la instalación del tocadiscos en cualquier sistema existente que tenga una entrada de audio analógico, ya sea un receptor de audio, una barra de sonido o un par de altavoces autoamplificados, sin tener que comprar ningún equipo adicional. El preamplificador de alta fidelidad mas adelante hablaremos de RIAA, ofrece la posibilidad de conectar un tocadiscos de vinilo a un amplificador que no tenga entrada PHONO o que no le satisfaga en términos de calidad. Un preamplificador de alta fidelidad RIAA constituye entonces una solución ideal para escuchar con calidad sus discos de vinilo y llevar su sonido a niveles mayores de calidad. 

Garantía de éxito
Si queremos sacar todo el partido al vinilo que escuchamos el previo de phono, es muy tan importante al igual que la cápsula. Hay que tenerlo en cuenta, la construcción y calidad de la respuesta del previo, marcará su lectura, es la señal a nuestro amplificador de que sale de la fuente el disco por medio de la cápsula y llega al preamplificador para terminar en la amplificación.

Un poco de historia 
Al principio y con los discos de 78 rpm, la frecuencia de grabación era muy limitada, porque las frecuencias graves requerían una excursión del surco incompatible con la superficie del disco, limitaciones de la época. Entonces nos conformamos con un rango de 150 Hz a 3000 Hz. Entre 1925 y 1956, cada compañía discográfica desarrolló una curva para refuerzar los agudos y atenúa los graves durante la grabación. Como norma la curva inversa se aplica a la salida del tocadiscos para escuchar el disco. Esta proliferación volvió comercialmente inviable el futuro del formato: cambiar la configuración del preamplificador según el sello discográfico, por ello la Recording Industry Association of America (RIAA) desarrolló un estándar para esta curva en 1956 basado en el formato utilizado por RCA y Victor desde 1953.

Curva RIAA 
La precisión de monitorear esta curva RIAA es una de las cualidades requeridas de este preamplificador. El esquema de un preamplificador RIAA es bastante simple. La curva de 6 dB/octava corresponde a una celda de filtro de primer orden (un condensador). Por tanto, para tener una buena precisión, es necesario utilizar condensadores de precisión. Tenga en cuenta que las antiguas cápsulas/células piezoeléctricas utilizadas en los tocadiscos entre 1930 y 1950 tienen una curva natural de 6 dB (sin el paso entre 500 y 2122 Hz). Por lo tanto, sólo necesitan un preamplificador lineal (tipo micrófono) para tener ganancia. Estos cartuchos no son lo que hoy conocemos como alta fidelidad en absoluto.
La cápsula fonográfica emite una señal de muy bajo nivel: 3 mV para los modelos con imán móvil MM y 0,3 mV para los de bobina móvil MC. Por tanto, es necesario aumentar el nivel para llevarlo a los 0,6 V habituales de una entrada de línea. El otro criterio de calidad del preamplificador es, por tanto, su nivel de ruido intrínseco. Trabajar a niveles tan bajos requiere el uso de componentes con niveles de ruido muy bajos y una fuente de alimentación muy silenciosa es decir, que produzca pocas perturbaciones que se encontrarían en la señal sonora.
Como resumen un preamplificador de phono nos dará toda la calidad, si de verdad queremos extraer aquello que el vinilo como sonido analógico tiene. 


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